3 bucinas
3 compresores de audio
3 accionistas

Artellando
Parque de Belvís
Con Xiana Arias y Lois Carlín
2017

La acción Bucorde está compuesta por 3 bocinas que se encuentran en tres puntos diferentes de la ciudad. En intervalos de 15 minutos y por duración de 10 segundos las 3 bucinas emiten su sonido creando en conjunto un acorde que resuena en toda la ciudad como si se tratase de un drone (sonido sostenido y contínuo).

Las bocinas tienen una longintud variable que facilita la modulación del sonido en su altura, lo que posibilita que puedan producir sonidos más agudos o más graves. De esta forma, cada acorde que se emite cada 15 minutos es diferente. En su conjunto, se trata de crear una composición sonora dilatada en el tiempo que dure todo el día.

La idea de esta dilatación del tiempo ya fue ejecutada por John Cage en la pieza Organ²/ASLSP (As SLow aS Possible), en la que el órgano de la iglesia de San Burchardi en la ciudad alemana de Halberstadt, toca una partitura con una duración de 639 años. Aproximadamente una vez al año el órgano cambia de acorde. La curiosidad por escuchar estas tres notas, y el momento justo en el que cambia de acorde, provoca una peregrinación que cada año cuenta con unas 10.000 personas.

El efecto llamada del sonido (y tambien su utilización como organizador del tiempo) es algo que la ciudad de Santiago de Compostela tiene interiorizado dado su gran número de iglesias y campanas. El sonido del Bucorde juega con esta idea de llamada y sigue la estructura temporal de las campanas: un sonido que se repite y que en este caso crea una expectación sobre como sonará el acorde. Sin hablar de las connotaciones sobre el control de la comunidad a través del sonido.